Clima y suelo
CLIMA:
Se puede considerar Clima Mediterraneo Continentalizado, menos fresco al este, que varía perdiendo humedad y ganando temperatura a medida que se avanza hacia el oeste.
Respecto a la Pluviometría, varía de los 800 mm. en la zona este, hasta los 500-600 mm. en la zona oeste.
Como factor limitante hay que tener en cuenta el riesgo de heladas primaverales. El periodo libre de heladas es de 6 a 8 meses.
La duración media del periodo seco es de 2-3 meses en la zona este, hasta 4 meses en la zona oeste.
La temperatura mínima media del mes más frío es de -10,3ºC en el mes de enero, que es cuando la planta está en pleno reposo invernal.
SUELOS:
Los suelos en general son profundos, con subsuelo formado por rocas blandas (margas calizas o calizas disgregadas penetrables por la raíz).
El relieve es muy variado en ondulaciones y laderas, en las cuales se cultiva tradicionalmente el viñedo, en terrenos saneados de ladera o cerro, por lo que no existen problemas de exceso de humedad.
Hay abundancia de terrenos arenosos, silíceos, graníticos y los formados por margas calizas. En general hay abundancia de terrenos donde los elementos gruesos son abundantes. Estos pueden ser bien de los carbonatos, rocas calizas o bien aluviales guijarros y gravas.
No hay suelos limitantes por exceso de sales sódicas o cloruros, solo en la cuenca baja del Arlanza pueden existir afloramientos de yeso (sulfato de cal) en pequeñas dimensiones a nivel de parcela, que se detecta fácilmente con un análisis químico de los horizontes superiores en la fase de elección de la parcela.
La falta de materia orgánica es una característica endémica de los suelos de esta zona, muy favorable para la calidad de la viña.
Los suelos de tipo silíceo, en general aluviales, tienen pH bajos (6-7), pero sin problemas de liberación de aluminio.
Los suelos calizos tienen pH elevados (7,5-8), actuando la caliza como un factor de calidad, aunque hay que realizar una muy cuidadada elección del portainjerto al realizar la plantación de la parcela.