La iglesia

iglesiaA la iglesia se accede por un amplio y cuidado atrio que sirvió en su día de cementerio y lugar de reunión. La portada principal es sencilla y sobria, según los gustos del neoclásico (s.XVIII). Todo el edificio está rematado por una bella cornisa.

El interior es armónico y luminoso. Consta de tres naves a la misma altura, divididas en doce espacios gracias a las seis columnas que sostienen todo el edificio. Las bóvedas son góticas, casi todas ellas octopartitas. Poseen hermosas claves, algunas de ellas policromadas.

El edificio ha sufrido diferentes fases constructivas. La nave del Evangelio es la más antigua y habría que datarla en el s.XIV. En ella se pueden observar restos de pinturas del mismo siglo que nos muestran cómo estaría decorada el resto de la iglesia. A la altura del presbiterio, podemos observar dos arcos sepulcrales. Sólo uno está utilizado: alberga el enterramiento de un clérigo del pueblo, D. Andrés del Pozo (+1710), canónigo en Lerma.

El otro arcosolio alberga una hermosa imagen gótica de la Virgen con el Niño (s.XIV): destaca por la dulzura de su rostro y por la fina policromía de su manto. Sobre ellos se abre un hermoso ventanal gótico. Por el contrario, la nave de la Epístola es la más moderna y bien podría haberse construido en el s.XVII-XVIII que es cuando el templo sufre importantes obras de mejora. Los muros de esta nave están hechos a base de mampostería desconcertada, frente a los de su opuesta que lucen una sillería más armónica. En 1785 se edifica la enorme sacristía, cubierta con bóveda de yesería y dotada de un grandioso mueble de nogal.